Sin duda, 2022 ha planteado muchos retos a los responsables de monetización, y no hay forma de escapar a este hecho. La recesión mundial, los cambios en el comportamiento de los consumidores en un mundo pospandémico y un problema universal sin resolver, como es el Tracking Transparency (ATT) de Apple, han empujado a los estudios de videojuegos a explorar nuevas estrategias de monetización.